La dicotonomía entre lo educativo y lo técnico nunca la vi clara, ni siquiera en tiempos de la informática del MSDOS, la ofimática y de la EAO, porque estaba por medio el LOGO, un lenguaje formidable para desarrollar el pensamiento matemático y formal. Desde entonces el PC ha servido para mejorar destrezas de cálculo, ortográficas o a contribuir en aprendizajes con story boards, puzzles o asociaciones. Y bien está que se siga avanzando con esta línea de refuerzo disciplinar con herramientas renovadas.
Haciendo un salto al tiempo hasta WEB 2.0, poniendo como ejemplo la utilización de los blogs como recurso, diría que se hace necesario ir más allá de la función de apoyo disciplinar y hacer referencia a la blogosfera, al aspecto comunicativo y conversacional, a la consideración del post como tipo de texto y a las normas y convenciones. También, si estamos entre profes, a la vertiente de aprendizaje en red.
En cuanto más reduzcamos las TIC a “herramienta” y las despojemos de características educativas inherentes, más cerca estaremos del activismo (tan en boga en los ochenta) y más lejos de la adquisición de competencias. En otro orden de cosas, la banalización de la tecnología, conduce a circos como éste de Euskal Party para colocar “arriba” una noticia en Menéame. Ni para divertir sirven, porque para publicar una noticia primero hay que estar en condiciones de elaborarla y además, prescinden del verdadero propósito de Menéame.
En segundo lugar, si tenemos en cuenta los cambios del papel del profesor, en las TIC no hay pretexto para no sustituir la metáfora de la “transmisión” por la exploración activa y la “construcción personal” del conocimiento. Y esto no es posible dando al espalda al medio, simplificándolo hasta el límite de negarle cualquier influencia virtual en la finalidad.
Hoy no se trata de proporcionar habilidades y competencias predefinidas sino capacitar para manejar la información y aprender a aprender, encontrar respuestas y no tanto “la respuesta”.
La actividad “El planeta Tierra vive”, aparentemente sin definición clara de objetivos, que publiqué hace una semana, trata de explorar en esa dirección. No obstante, tengo dudas de si es viable sustituir los enlaces por etiquetas y las preguntas por la elaboración un dossier que permita documentar y responder a una pregunta sobre una situación hipotética.
De lo que no tengo duda es de que la parcelación del conocimiento en áreas o sacrosantas asignaturas es puramente instrumental, tanto como la de currículos de contenidos, una apuesta funcional, nada más. Poner puertas al conocimiento es tan absurdo como ponérselas al campo.
1 comentario:
Estoy en completo acuerdo con lo que escribes. Hoy en día se le quiere dar por aquellos que no saben aplicar las TIC a las estructuras educativas, sólo un aspecto de un mero instrumento, quizas, en su inconsciencia estén haciendo uso de las TIC, sin darles el lugar y valor necesario. A diario encuentro personas que denostan de ellas.
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