"Para nuestra desesperación, colegios, universidades y empresas hacen caso omiso
de esta evidencia y escogen las peores alternativas para que niños y adultos
aprendan. Según el ministro de educación de Chile, una de las claves para ser
buen profesor es “planificar las clases y conocer sobre la disciplina
impartida”. Señor ministro, el concepto mismo de clase es absurdo. Y si las
disciplinas fuesen tan importantes, usted no sería ministro de educación sino
que sería ministro de química y en lugar de compartir gabinete con los ministros
de salud, vivienda o empleo, lo haría con el de matemáticas, el de geografía y
el de inglés.
Los máximos responsables siguen sin entender nada. El conocimiento no ocurre
por arte de magia sino por arte del aprendizaje. El conocimiento no es
contagioso sino que hay que vivir cuantas más experiencias mejor para crearlo.
Por el bien del conocimiento (poción mágica), ya es hora de que todas estas
instituciones entiendan cómo aprenden las personas".
La poción mágica
Javier Martínez Aldanondo

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