martes, noviembre 09, 2010

Eskola 2.0: no hay peor miedo que el que proviene de lo desconocido.

Los que tan foribundamente se opusieron al programa Escuela 2.0 me parecieron tristes,  llorones y antiguos, todavía hay comunidades autónomas regidas por el PP que siguen en sus trece. Cuando esta resistencia provenía de sectores del profesorado, se intentaba adornar con  un  pedigrí progresista, en realidad eran argumentos  endogámicos. Me vienen a la memoria aquellos discursos de que no cuentan con nosotros, es decir, conmigo. El contenido latente es bien distinto, se debe en gran parte al miedo, el mismo que creo ver en la resolución del  Departamento de Educación sobre las normas de uso de  los netbooks de Eskola  2.0,  que no es ajena a la falta de definición más allá de la dotación de un equipo por alumno, carencia heredada del proyecto base del MEC. 

La circular se puede resumir en dos aspectos:

-    Los equipos son propiedad de Departamento de Educación, los administra cada centro,  que además es responsable de las consecuencias económicas por mal uso. Aunque se mantiene abierta la posibilidad de que se puedan llevar a casa, ésta sería la excepción.
-   En segundo lugar, no se puede instalar nada, aunque se fija un procedimiento rocambolesco que empieza en el OMR (entiéndase, consejo escolar), que continúa por  los servicios centrales de sistemas de información  que podrían ordenar a la empresa de mantenimiento  crear un nueva imagen y reinstalarla.

Sobre el primer aspecto, diría que la desafección de los alumnos hacia un equipo asignado temporalmente,  no es el mejor punto de partida. Desconozco si existen experiencias negativas que lo justifiquen. Aunque si alguna positiva en sentido contrario, como me comentaban en un colegio andaluz, comunidad donde llevarlos a casa es la norma. No obstante, la cuestión más importante no sería ésa (la mayoría tienen equipo en casa y los que no lo tienen carecen de conexión a Internet) sino otra, el planteamiento que aleja la posibilidad de que el alumno lo considere propio, pueda personalizarlo y llevarlo consigo toda la escolaridad. Se prescinde  de lo que se ha dado en  denominar  inteligencia emocional.

El segunda aspecto es aún más chocante. Los sistemas de software necesitan corregir vulnerabilidades o mejorar prestaciones, eso presupone instalaciones automáticas. Y por otro lado, ya no estamos en la etapa de instalaciones masivas de software propietario y menos si llevamos la etiqueta 2.0. La mayor parte de los servicios que se utilizan on line sólo necesitan instalar pequeños soportes como   plug-in o codecs, además de algunos programas locales imprescindibles  como Acrobat Reader, y otros muy recomendables como Google Earth o Picasa. Aun recurramos a software estrictamente local,  la mayor parte de utilidades que usamos son gratuitas o libres. Menos  se explica a que viene esta prevención, cuando todo el mundo sabe que los netbooks son inviables para los sofisticados juegos de grandes exigencias gráficas que aparecen en el mercado, que es lo que parece se quiere evitar; máxime  cuando cualquier observador se habrá dado cuenta que el mundo del juego continúa migrando del PC hacia otro tipo de plataformas.

No encuentro otra explicación a esta circular que no provenga del miedo, el mismo que ha inspirado a otras medidas como negar de  facto las claves de la wifi para que no puedan navegar otros equipos del centro. Y no hay peor miedo que el que proviene de lo desconocido o de la incertidumbre, no nos protege, no ayuda a prevenir, no surge de situaciones ni peligros reales, sino imaginarios.  Nos hace más tristes, más conservadores,  y eso acentúa una de las peores características de nuestro sistema educativo.
Zaryn Dentzel, uno de los dos creadores de Tuenti, provocó los mayores aplausos en el V Congreso de Educared, cuando comentando que al venir de California a Madrid se incorporó como estudiante de la ESO,  en respuesta  a una pregunta, la calificó de aburrida, muy aburrida. La misma respuesta es fácil de obtener, guste o no tenemos la experiencia o el convencimiento que la mayoría de los alumnos de enseñanza secundaria y bachillerato la darían. Hace un par de semanas Jordi Adell en las Jornadas Pedagógicas de Barakaldo insistía en lo mismo: utilizar las TIC para hacer cosas divertidas, no repetir los mismos errores.

Algunas medidas podrían contribuir a que las TIC  crearan cierta  ilusión:

- Centrar la Eskola 2.0 en integrar la WEB en la educación, tanto por ser el mayor repositorio de contenidos que ha conocido la humanidad,  como por la vertiente comunicacional.  Capacitar al alumno para desenvolverse, socializarse  y construir con ella su propio conocimiento desde la lectura y la escritura.
- Incorporar la Eskola 2.0 en otros proyectos como el plurilingue, no hay entorno donde mejor interactúen las lenguas. No se trata tanto de aumentar la presencia horaria de las mismas como de estrategias metodológicas y curriculares que las integren, las pongan en comunicación, y faciliten las transferencias entre las mismas.
- Y como consecuencia, descentrar a Eskola 2.0 de los contenidos “envasados” (ODEs, PDFs, secuencias didácticas tradicionales)  de tipo conductista o cerrados, que si bien tienen interés puntual y complementario, no deben arrebatar la prioridad  a la formación del profesor en las nuevas competencias que conllevan cambios de calado que pueden dar respuesta a la crisis de la educación en la sociedad actual.

El sesudo y ancestral planteamiento curricular en el que nos hemos educado, se sigue imponiendo en la práctica reforma tras reforma con variantes, pero las mismas constantes. Contenidos descontextualizados y trasladados directamente desde el “boletín”, que no tienen fácil digestión ni bicarbonato (perdón,  ni TIC) que la alivie cuando se llega a secundaria. Resuelvan unos items de las pruebas Pisa y entenderán a que me refiero, indican la senda a tomar.
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4 comentarios:

Jabi Luengo dijo...

Zurekin guztiz ados nago. Zorionak idatzi dezun artikuluagatik!!

xa2 dijo...

Por otro lado, de esta forma se ahorran otro dolor de cabeza:
¿Cómo deben gestionar las madres y los padres el tener ese ordenador portátil en casa?
¿Les va a informar alguien?
Y más importante:
¿Les va a dar formación alguien?

Juan Carlos Guerra dijo...

Estoy de acuerdo con tu artículo. Parece que, como dice Jordi, en vez de abrir la escuela al mundo, nos cerramos más y más. Yo creo que es fundamental que el alumno sienta que el portátil es suyo, aunque no sea más que por fomentar el sentido de la responsabilidad.
Por otra parte, queda claro que con los ODEs no vamos a cambiar metodologías, sino que estaremos trasladando el método transmitivo de conocimientos a otro escenario, pero seguirá siendo lo mismo. Tampoco los descartaría porque, en muchos casos, sirven como catalizadores de un verdadero cambio docente. Profesores que comenzaron usando animaciones "interactivas" han acabado poniendo en práctica buenos procesos innovadores de aprendizaje colaborativo.
Un saludo y felicidades por el post.

Miguel L. Vidal dijo...

Gracias por la visita. Un apunte para Juan Carlos, las ODEs pueden tener un interés en sí mismas para ciertos aprendizajes o destrezas, pero tengo la sensación que se usan más para retrasar que para facilitar transiciones, lo que las distingue de algunas actividades con wikis o blogs no son tanto dificultades técnicas como de otro tipo. Por ejemplo, la primera actividad que planteo en el curso es registrarse en la red social Eskola 2.0 y hacer un comentario en una discusión, eso sólo exige una actitud.