El OLPC, el ordenador de los 100 dólares ha llegado a las escuelas de Nigeria. Impresionan estas fotos que conocemos a través del enlace de la Bitácora de Aníbal que nos redirige a Nigerian students power up their laptops. Estos portátiles no son un juguete, llegan dentro del proyecto “Un Laptop para Cada Niño” (OLPC, sigla en inglés), patrocinado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts, que impulsa el gurú informático Nicholas Negroponte, y que son fabricados en su mayor parte por la taiwanesa Quanta Computers. Diseñados para funcionar sin instalación específica, con fuente de alimentación manual, marcan la tendencia de lo que será el futuro de la informática personal. Equipos sin disco duro (utilizan memoria flash) y con sistema operativo Linux, pensados para trabajar en Internet y en red con acceso WIFI, pura concepción 2.0. Los alumnos podrán disponer de la mayor fuente contenidos y conocimiento, que ahora es Internet, dentro de escuelas tan desoladoras como ésta nigeriana, y además supondrá un importante recurso de progreso en las comunidades, como se intuye aquí.
Estos ordenadores no se comercializan, sólo pueden ser encargados en grandes cantidades por ministerios educativos. Parece claro que el lapicero, el cuaderno y el OLPC irán de la mano. La escasez y carestía de libros libros de texto facilitará el camino, afortunadamente.
Yo me hago una pregunta sobre los países comprometidos en este proyecto: ¿hasta dónde se permitirá llegar al conocimiento libre...? No es sólo un problema económico. Filtrar es posible (otra cosa es que sea deseable), pero por encima de un límite crítico, acaba siendo desvirtuar.
Curiosamente, este proyecto puede tener a corto y medio plazo más importancia aún en los países desarrollados. Los OLPC sólo se ponían a disposición de países del tercer mundo o en vías de desarrollo, pero ahora se hacen extensivos a los países ricos dentro de un plan 2x3 (el tercero se entrega a un país pobre que se integre en el proyecto). Sin embargo, se anuncian otros proyectos que entran en la competencia, como el del nuevo dispositivo presentado por Asustek desde 199 dólares, con una gama que llega a los 549. Y no será la última oferta de equipos adaptados a las características de los países del primer mundo con la que se tiente al mercado.
Lo que en países como Nigeria es una fiesta, en el nuestro puede trocarse en resistencias. Unas internas (metodológicas, didácticas y actitudinales) con argumentos que todos conocemos; otras externas, como los intereses editoriales (múltiples, variados y complejos), que tendrán que encontrar otra forma para mantener la influencia y el mercado. Y el mayor misterio: ¿hasta dónde se va a atrever la administración a impulsar el proceso del pupitre-laptot?.
Primer Taller OLPC (portátil de los 100 dólares) en Argentina y Brasil
Actualización: a través de Ciberescrituras veo este vídeo alojado en YouTube sobre el soft que soporta el OLPC, que puede servir para hacerse una idea.
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