miércoles, enero 14, 2009

La memoria nos engaña.

Javier Cercas escribe en El País Semanal:

Comentando un libro de Daniel Pennac, Savater lo ha dicho así: "El alumno que no quiere aprender, que se aburre en clase, que piensa en otras cosas, que no comprende las razones por las que se le priva de su ocio y sus diversiones no es un caso imposible, sino normal. La chiripa es el alumno que no desea más que aprender". Quién más, quién menos, todos hemos sido unos zoquetes (y algunos todavía nos esforzamos por abandonar esa condición); la tarea del profesor consiste en ayudarnos a dejar de serlo.

La memoria siempre nos juega malas pasadas, se dice que se tiende olvidar aspectos no gratos, yo soy de la opinión de que se olvida aquello que pierde relevancia. Por ello quizá se tiende a ver a los estudiantes actuales "peores y menos disciplinados que los de hace unos años". Y continúa Cercas: "Quién más, quién menos, todos hemos sido unos zoquetes (y algunos todavía nos esforzamos por abandonar esa condición); la tarea del profesor consiste en ayudarnos a dejar de serlo...". El resto del artículo lo dedica a la disciplina y la pusilanimidad, al principio de autoridad que no debe cuestionarse.Merece una lectura atenta.

Pienso que la solución no están fácil, para invertir las inercias no basta con hacer normativa, la emotividad también es importante, el fracaso retroalimenta la frustración y destruye la autoestima si no se canaliza. Una cultura de cambio requiere de coherencia, dedicación y análisis en todos los órdenes de la vida del centro. Un ejemplo muy ilustrativo se puede leer estos días en Efervescente2H.

Más sobre el tema en este blog:
Disciplina y "disciplina": información y estrategia.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por las referencia, Miguel. Guardo el artículo que comentas para echarle una lectura atenta en cuanto me deje la vida analógica :)

¡Saludos!