y otros no... Es lo que pregunta este anuncio para sensibilizar a la opinión pública.
Me recuerda que hace unos quince años en El Cairo pasaba a pleno sol por delante de un niño que dormitaba en un puente. Tenía algunas heridas notables que indicaban maltrato y abandono. Cogí un billete y lo deje entre sus ropas y me aparté para seguir mi camino, dormía tan plácidamente que no quise despertarlo. Un hombre que pasaba al lado le dio una patada con desdén, entendí que para evitar de que alguien se lo quitara. Al despertar y ver billete lo apartó de un manotazo asustado, como si alguien le estuviera acusando de haberlo robado (el valor del billete depende del contexto, no era el mismo para el mio que para el suyo), le hice gestos de que lo cogiera. Con la misma rapidez lo atrapó y huyó, como si llevara todo el peligro del mundo en sus manos.
Pero quizá más bien debería relatar otra que me contó un amigo aduanero en los ochenta. Intervino un furgón con una docena de niños de la misma edad y un conductor que decía ser el padre de todos, por supuesto no fue capaz de reproducir los nombres dos veces. Alquiler de niños para la mendicidad.
Aún hoy no extraña ver niños mendigos, aunque otros tienen una suerte más terrible.
2 comentarios:
Excelente vídeo, lo voy a enganchar en mi blog, ¡citándote por supuesto!
Hoy me viene de lujo para mi estado de animo, ese que muchas veces no te deja comprender por qué unos sí y otros no.
Saludos
Repasando el vídeo me parece observar que es el mismo niño con aspecto de abandono y luego limpio, arreglado, aunque ese detalle no cambia nada el discurso.
Gracias por tu visita.
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